Qué significa que una pintura sea tipo 1, 2 o 3

Pintura para paredes clase 1, 2 y 3

Cuando buscamos pintura para paredes muchas veces aparecen etiquetas como pintura tipo 1, 2 o 3 o también tipo I, II o III. Pero, ¿qué significa realmente esta clasificación?, ¿es una norma oficial o solo una referencia comercial? Vamos a aclararlo, porque la respuesta depende del país y del tipo de producto.

Origen de la clasificación tipo 1, 2 y 3

En la Unión Europea no existe esta clasificación. Allí se utiliza la norma EN 13300, que mide la resistencia al frote húmedo (la capacidad de soportar fregado o limpieza). Esta norma divide las pinturas en:

  • Clase 1 y 2: alta resistencia, soportan limpieza frecuente.
  • Clases 3, 4 y 5: menos resistentes, pensadas para interiores de bajo desgaste.

Es decir, en Europa no se habla de «tipos» sino de “clases” dentro de una norma técnica.

Clasificación de pinturas en América Latina:

En varios países latinoamericanos, como Colombia, Ecuador o México, sí se utiliza la clasificación pintura tipo 1, 2 y 3.

Aquí es una manera de diferenciar el nivel de desempeño y lavabilidad:

Tipo 1

Pintura vinílica de mejor calidad, súper lavable, soporta limpieza con paño húmedo sin perder color ni brillo. Ideal para zonas de alto tránsito o ambientes donde se ensucia fácilmente.

Tipo 2

Pintura para paredes de lavabilidad media, adecuada para dormitorios y salas con uso normal.

Tipo 3

Lás más económica, no lavable. Suele usarse en ambientes de bajo tránsito o donde no se requiere limpieza frecuente, como en techos o cielorrasos.

En muchas marcas, esta clasificación ayuda a que el comprador elija según el uso que va a dar a la pintura.

Entonces, ¿cuál elegir según el uso?

Al final, lo importante es saber que no todas las pinturas para paredes ofrecen la misma resistencia ni durabilidad.

Para resumir:

  • Clase 1 o 2 en Europa / Tipo 1 en Latinoamérica → la opción más resistente y lavable, ideal para cocinas, baños o espacios con mucho uso.
  • Clase 3, 4 o 5 / Tipo 2 y 3 → pensadas para zonas más tranquilas o con poco desgaste.

Lo que conviene es elegir la pintura según el uso real que le vas a dar a cada ambiente. Porque una buena elección no solo mejora el aspecto de tu casa, sino que también te ahorra trabajo y mantenimiento en el futuro.

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