Pintar tu casa puede parecer una tarea sencilla, pero implica ciertos riesgos que no deben pasarse por alto. Ya sea que uses pinturas tradicionales, removedores o aerosoles, es importante tomar medidas de seguridad para proteger tu salud y la de tu familia.
En esta nota repasamos los cuidados básicos al manipular pinturas, solventes, polvos de lijado y productos antiguos que pueden contener plomo.
Pinturas y solventes: inflamables y tóxicos
Muchas pinturas de uso doméstico, como los esmaltes sintéticos, lacas o barnices, están disueltas en compuestos derivados del petróleo. Estos productos no solo son inflamables, sino que sus vapores pueden ser tóxicos si se inhalan en ambientes cerrados o sin ventilación. Además, el contacto prolongado con la piel o la exposición frecuente puede generar irritación y efectos adversos para la salud.
Por eso, antes de empezar a pintar, es fundamental conocer el tipo de producto a usar y leer bien su etiqueta. Y si presentas síntomas como mareos, náuseas o ardor en los ojos, lo más prudente es suspender la tarea y acudir a un centro médico.
Precauciones básicas:
- No inhales directamente el olor de la pintura desde el envase.
- Trabaja en lugares bien ventilados. Abre puertas y ventanas, y si es posible, coloca un ventilador que expulse el aire hacia el exterior.
- Toma pausas frecuentes para salir a tomar aire fresco.
- Si sientes dolor de cabeza, mareos o molestias respiratorias, deten la tarea de inmediato.
- No fumes ni enciendas fuego cerca del área de trabajo.
- Evita el contacto directo con la pintura; si ocurre, lava con agua y jabón. No uses solventes sobre la piel.
- No expongas a personas sensibles como niños, ancianos, embarazadas o quienes sufran de problemas respiratorios.
- Manten los envases bien tapados cuando no los estés usando.
- Guarda los sobrantes en un lugar fresco, seco y fuera del alcance de los niños.
- En caso de incendio, usá extintores de CO₂, polvo químico o arena. No uses agua.
- En caso de ingestión accidental, bebe agua sin provocar el vómito y acude de inmediato al médico o al centro de salud más cercano.
- Ante contacto con los ojos, lava con abundante agua. Si persisten el ardor o la irritación, consulta a un especialista.
Polvos del lijado y pinturas en aerosol
Durante el lijado de paredes o muebles se generan polvos muy finos que pueden ser fácilmente inhalados y pueden causar daños a los pulmones.
Lo mismo ocurre con las pinturas en aerosol o las aplicadas con pistola: contienen partículas muy pequeñas que quedan suspendidas en el aire y pueden ingresar al sistema respiratorio si no estás debidamente protegido.
Aunque parezcan inofensivos, estos polvos y vapores pueden tener efectos acumulativos en la salud si no se toman precauciones. Por eso es importante usar elementos de protección personal cada vez que trabajes con lijas, aerosoles o cualquier método de aplicación que genere partículas en suspensión.
Cuidados recomendados:
- Usa siempre mascarilla o barbijo con filtro adecuado.
- Protege tus ojos con gafas de seguridad.
- No lijes ni apliques aerosoles sin ventilación.
- Si usas soplete o pistola, asegurate de contar con buena circulación de aire.
- Evita que otras personas estén cerca mientras realizas estas tareas.
Removedores y decapantes químicos
Los productos removedores o decapante de pintura contienen sustancias muy agresivas, tanto para la piel como para las vías respiratorias. Los vapores de estos químicos pueden ser especialmente peligrosos en espacios cerrados.
Además, al usarlos es frecuente el contacto con herramientas cortantes, como espátulas o virutas metálicas, lo que incrementa el riesgo de accidentes.
Trabajá siempre con precaución y con el equipo adecuado. Y si sufres quemaduras o irritaciones por contacto con estos productos, acude cuanto antes a un centro de salud.
Recomendaciones de uso seguro:
- Usa guantes gruesos resistentes a productos químicos.
- Protege tus ojos y nariz con gafas y mascarilla.
- Si puedes, trabaja al aire libre, si no, asegura buena ventilación cruzada.
- Ten cuidado al usar herramientas filosas o metálicas.
- No dejes estos productos al alcance de los niños.
- En caso de salpicaduras, enjuaga inmediatamente con agua abundante y consulta si la irritación persiste.
Pinturas antiguas con plomo: un riesgo oculto
Si tu casa fue pintada antes de los años 80, hata los 90 en algunos paises, estás renovando muebles o marcos antiguos, existe la posibilidad de que las capas viejas contengan pintura con plomo. Este metal pesado es altamente tóxico, especialmente peligroso para los niños pequeños y las mujeres embarazadas.
El mayor riesgo se da al lijar o raspar estas superficies, ya que se liberan partículas de plomo que pueden ser inhaladas o ingeridas. No se puede detectar a simple vista si una pintura contiene plomo, por eso es clave extremar los cuidados si hay sospechas de antigüedad.
Precauciones frente a pinturas con plomo:
- No lijes ni raspes pinturas viejas sin protección.
- Usa mascarillas con filtro de partículas finas (N95 o superior) y guantes.
- Cubre el área de trabajo con plásticos y limpia bien al terminar.
- Evita que los niños o embarazadas estén presentes durante la tarea.
- No barras el polvo seco, siempre limpialo con trapo húmedo.
- Si tienes dudas sobre la presencia de plomo, consulta a un profesional o laboratorio especializado.
- Ante síntomas de intoxicación o exposición prolongada, consulta de inmediato al centro de salud más cercano.
Conclusión
Tomar medidas de precaución al manipular pinturas, solventes y herramientas no solo evita accidentes, sino que protege tu salud a largo plazo.
No subestimes los riesgos asociados a tareas de pintura, sobre todo cuando se trata de productos químicos o materiales antiguos. Y ante cualquier síntoma de intoxicación o contacto accidental, no dudes en acudir a un hospital o centro médico para recibir atención profesional.