¿Cómo evitar que el metal se oxide? ¿Qué pintura usar para hierro o superficies metálicas?
La respuesta está en la pintura antióxido para metal, un producto esencial si ecesitas proteger rejas, portones, estructuras o muebles metálicos del desgaste que provoca la corrosión y el paso del tiempo.
En esta guía te contamos qué es una pintura antióxido, cómo se aplica y qué otras opciones existen según el estado del metal.
¿Qué es una pintura antióxido, antioxidante o anticorrosiva?
Técnicamente es una pintura compuesta por resinas sintéticas alquídicas y pigmentos anticorrosivos, como el Cromato de Cinc, que impiden la oxidación de superficies ferrosas.
Dicho de forma sencilla: es una especie de base para metales que evita la oxidación antes de la aplicación de la pintura de acabado final.
Este producto se aplica sobre metales sin pintar para prevenir la oxidación y lograr una mejor adherencia de la pintura final.
En el mercado puedes encontrar diferentes pinturas antióxido para metal en colores variados, lo que permite elegir un tono similar al esmalte final y ahorrar manos de pintura.
¿Cómo se aplica?
Preparación de la superficie: El metal debe encontrarse libre de óxido. La pieza además debe estar seca, libre de polvo y grasas o aceites que perjudiquen la correcta adherencia de la base.
Pintado: Se aplica con pincel, brocha, rodillo, soplete o pistola. La dilución máxima en la aplicación con herramientas manuales es de un 10% de solvente, para sopletes puede llegar a un 50% de tiner.
Cantidad de manos: Solo se debe aplicar una o dos manos de este material como base en metales que posteriormente serán pintados con la pintura de acabado definitivo.
Y… ¿qué pintura usar para metal oxidado?
Si el metal ya presenta óxido, la pintura antióxido tradicional no es suficiente. En ese caso, necesitarás aplicar primero un convertidor de óxido, que transforma el óxido activo en una capa estable y lista para pintar.
Después puedes continuar con la pintura final.
Tipos de pintura antióxido comunes
La pintura antióxido se presenta en distintas variantes según su composición y tipo de base. Elegir la correcta depende del uso, el entorno y el tipo de metal.
- Antióxido tradicional sintético (base solvente):
Es la versión más común. Tiene buena adherencia, gran resistencia a la intemperie y se aplica sobre hierro o acero limpio. Requiere diluyente sintético o thinner para su aplicación. - Antióxido al agua:
Más ecológico y de bajo olor, ideal para interiores o espacios cerrados. Seca más rápido y se limpia con agua, aunque puede tener menor resistencia a la intemperie prolongada.
Otras opciones de productos antióxido
Además de las pinturas tradicionales, existen otros productos que cumplen funciones similares o se aplican en situaciones específicas:
- Productos 2 en 1: Hay un tipo de esmalte sintético que cumple ambas funciones simultáneamente, como base anti-óxido y pintura de acabado final. También se lo conoce como «esmalte antioxidante» o «esmalte directo sobre hierro».
- Antióxido incoloro: Su función es detener la oxidación del hierro, para dejarlo sin pintar o para protegerlo con pintura transparente.
- Convertidor de óxido: Ideal para ser aplicado en caso de que la pieza metálica ya se encuentre oxidada.
- Antióxido marino: Es un producto compuesto por materias primas especiales para los metales que se encuentran muy expuestos al agua, como embarcaciones.
- Base para otros metales: Tipo de pintura base especial para la aplicación sobre otros tipos de metales no ferrosos, como el cinc o el aluminio.
¿Cuál es la mejor pintura antióxido para metal?
La mejor opción depende del uso y del estado del metal:
| Tipo de Producto | Ideal para… |
|---|---|
| Pintura antióxido común | Hierro limpio, sin óxido. Requiere pintura final |
| Esmalte antioxidante 2 en 1 | Protección + color final, más práctico |
| Convertidor de óxido | Superficies ya oxidadas |
| Antióxido marino | Ambientes húmedos o cercanos al agua |
| Base para metales no ferrosos | Aplicación sobre aluminio o cinc |
